lunes, 30 de abril de 2012

LA BATALLA DE BAILÉN


Al tiempo, Dupont se enteró que la flota francesa de Cádiz se había rendido a las fuerzas españolas, al no poder escapar por mar, ya que una escuadra inglesa le cortaba la retirada. También supo que Castaños había conseguido reunir un importante ejército para salirle al paso en su tránsito por Andalucía. Entonces, detuvo su marcha y se asentó en Andújar, a la espera de refuerzos, el 18 de Junio. El 26 recibió el aporte de la división del Gral. Dominique Honoré Antoine Marie Vedel, con más de 10.000 soldados. El ejército francés alcanzaba ahora los 26.000 hombres. Vedel se ubicó entre el pueblo de Bailén y el laberíntico desfiladero de Despeñaperros, asegurando las comunicaciones hacia Madrid, ocupada por los franceses. En esa época el calor en Andalucía es abrasador, rayando los 40° C a la sombra; factor que empezó a afectar bastante a los franceses, no acostumbrados a este clima. La sed, la falta de suministros y las enfermedades hacían estragos en las huestes napoleónicas; a tal punto que casi 2.500 soldados galos estaban enfermos.
Para Julio, Castaños había conseguido reunir las siguientes fuerzas: las tropas que él mismo había traído desde el "Campo de Gibraltar" (Cádiz y Málaga), 16 regimientos de infantería y 3 de caballería; el aporte de la Junta de Granada, al mando del Gral. Teodoro Reding y Biberegg (un suizo al servicio de España), incluyendo el Regimiento Suizo N° 3, que aquél integraba, y numerosos voluntarios andaluces, indignados con la noticia del vergonzoso saqueo de Córdoba, realizado por Dupont. Totalizaban más de 10.000 hombres. A ellos, la Junta Central de Sevilla sumó también la división de vanguardia, al mando del propio Marqués de Coupigny, con 8.000 efectivos. Con todo, Castaños alcanzaba los 30.000 hombres, contra los casi 26.000 que tenía Dupont.
El 12 de Julio se reunieron en Porcuna los generales españoles para acordar el siguiente plan: Se separaba al ejército en dos divisiones: una, bajo el mando directo de Castaños, distraería a Dupont con un ataque frontal, desde Arjona, cruzando el Guadalquivir, hacia Andújar, donde éste estaba atrincherado. En tanto, el grueso del ejército, formado por las divisiones de Reding y Coupigny, atacaría Bailén, un pueblo a la retaguardia de Dupont, a fin de cortarle la retirada y después converger todos juntos hacia Andújar, donde los ejércitos españoles combinados, darían el golpe final a los franceses.
El 13 de Julio Reding, después de cruzar el Guadalquivir, atacó una avanzada francesa de 2000 hombres en Mengíbar. Luego de una victoria española inicial, los franceses, el 15 de Julio, auxiliados el Gral. Vedel, retomaron el poblado. Entonces Dupont, amenazado por Castaños, frente a Andújar, pidió ayuda a Vedel, quien debió evacuar Mengíbar. El 16 de Julio, Reding, reforzado por Coupigny, quien también había cruzado el Guadalquivir, y derrotado a dos batallones franceses en Villanueva de la Reina; recapturó Mengíbar. Luego ambos se dirigieron hacia Bailén, siguiendo el plan de Porcuna.
Temiendo quedar cortadas las comunicaciones con Madrid, Vedel, en vez de acudir a reforzar a Dupont, en Andújar, que era hacia donde estaba dirigido el ataque español, retrocedió 15 kms. hacia el Norte, a Guarromán, para defender el paso de Despeñaperros. La acción incesante de las guerrillas españolas, la brillante maniobra de Reding y Coupigny, que partieron en dos al ejército francés, sumieron en una gran confusión a Dupont, que no sabía dónde estaba Castaños, o cuál era el blanco de su ataque.
El 18 de Julio Dupont, al haber perdido comunicación con Vedel, resuelve retirarse de Andújar por la noche, dirigiéndose hacia Bailén, camino a Despeñaperros; sin saber que allí estaban, precisamente, Reding y Coupigny. Estos, por su parte, estaban a punto de marchar hacia Andújar, que es donde creían a Dupont, para cerrar sobre él, el cerco. Los choques nocturnos de las avanzadas de ambos ejércitos hicieron saber a todos que la batalla era inminente.
A las 4 de la mañana del 19, los franceses dirigieron un durísimo ataque al ala izquierda española de Bailén, que comandaba Coupigny, siendo rechazados luego de un encarnizado combate. Desesperado, Dupont intentaba abrirse paso por las líneas españolas, para reunirse con Vedel; antes de que Castaños lograra alcanzarlo por detrás. Todos sus intentos fracasaron y el general fue herido en la cadera. La batalla se prolongó hasta el mediodía del 19, bajo un calor intenso y un sol abrasador. El pueblo de Bailén se comportó heroicamente, al auxiliar a sus soldados con agua, en forma permanente, manteniéndolos frescos y en condiciones de luchar; como a sus cañones. En cambio, en el bando francés, el calor hizo estragos. Su artillería se afectó por sobrecalentamiento y sus soldados sucumbían de calor y de sed. Los suizos enrolados en el ejército francés, al enfrentarse con sus compatriotas que servían bajo el mando de Reding, se negaron a combatir y se pasaron al bando español; lo cual aceleró el resultado de la batalla.
Pasado el mediodía, Dupont se vió obligado a capitular. Vedel no llegó a tiempo para dar vuelta el resultado y debió acatar los términos de la rendición firmada por su superior.

No hay comentarios:

Publicar un comentario